Nuestros perros tienen que tener sus propias camas, que usarán para descansar y nosotros usaremos para que no se suban al sofá o a nuestra cama.
En el mercado hay una gran cantidad de tipos de camas, que elegiremos dependiendo de las necesidades de nuestros perros, de nuestros gustos o de nuestras necesidades. Podemos comprarlas tanto en tiendas de animales, como en clínicas veterinarias y en tiendas online.
Elijamos la que elijamos, yo os recomiendo huir de las tradicionales camas de mimbre. Son muy bonitas y cálidas, pero tienen un defecto muy importante, y es que no se pueden lavar, y además los parásitos pueden aprovechar sus innumerables huecos para criar.
Sabiendo esto, podemos elegir cualquier otro tipo de cama, como camas cuna, cojines, camas iglú, e incluso camas calefactables si tenéis un perro con problemas de articulaciones, es un cachorro o es muy mayor.
¿Queréis una recomendación? Yo os recomendaría la cama cuna de plástico, complementada con un buen cojín. Es muy resistente y se puede lavar y desinfectar con facilidad. Os durará mucho tiempo, y si el cojín se rompe lo podréis remplazar con otro.
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