Este nuevo consejo o idea que os proporcionare esta basado en el echo de hacer que un cabello vuelva a tener su naturalidad y su bonito color brillante y a que sus puntas, sobretodo, se vuelvan de nuevo compactas y no estén deshojadas, para nada quedara grasiento o sera difícil de extraer, ya que estamos hablando de una mascarilla casera, como muchos opinan.
Para empezar con esta nueva idea o consejo que os dejo a continuación, es necesario tener el cabello a punto de lavarlo, me refiero a que después de aplicar esta mascarilla deberás lavar tu cabello y poner acondicionador y por lo tanto sería mejor que lo hicieras antes de lavártelo para tenerlo todo bien preparado.
Necesitas la clara de un huevo, dos cucharadas soperas de miel y dos cucharadas soperas de aceite de oliva.
Las cucharadas soperas para que lo entendáis bien, son las cucharas grandes.
Remueve esta pasta hasta que te quede homogénea, que no se note la diferencia de una substancia a la otra, seguidamente coge tu cabello y aplica esta substancia, como si fuese una mascarilla comprada en el supermercado, sobretodo en las puntas y dando un suave masaje con ella en todo el cabello, cubre tu cabeza con un gorro de ducha o una bolsa, como prefieras o lo que tengas al alcance de tu mano y déjalo reposar durante unos 30 minutos, como mínimo. Puedes dejarlo más rato sin problemas.
Seguidamente accede a lavar tu pelo con abundante agua y masajeando desde la raíz hasta las puntas, hay ya notaras el efecto que ha echo la mascarilla en tu cabello, el siguiente paso es poner acondicionador, esperar, y retirar seguidamente.
No tendrás problemas en peinarte ni te quedara grasiento, al contrario, estará más fino y sedoso y veras como las puntas no están para nada abiertas, procede a seguir estos pasos hasta que veas que lo tienes como tu lo quieres.
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